Friday, September 23, 2005

aquellas canciones

"i know someday you`ll have a beautiful live, i know you´ll be a star... in somedoby else`s sky, but why, why, why, can`t it be... why can`t it be mine..." canta desgañitándose Eddie Vedder mientras los acordes continúan y mi cerebro se deja llevar por lo que significan o significaron aquellas líneas en mi vida, en algún momento de ella. Y escribo en tiempo presente, porque más allá de no estar pasando por la situación descrita en la canción, aún recuerdo cómo solía sentirme cuando hacía girar el track 5 del Ten (logradísimo disco de la banda de Seattle). Eran momentos en los que uno piensa tomar el teléfono y gritar todo lo que nunca te atreviste a gritar, pero lo único que haces es cortar apenas escuchas la primera timbrada. Las canciones tienen ese efecto en nosotros: nos llevan por universos maravillosos, nos alegran al punto de sentir nuestro cuerpo moverse, nos calman y llenan de paz, nos ponen tristes, nos deprimen. No es sólo la letra de una canción la que nos dice algo, es también el poder de la armonía, la sensibilidad que transmite el ejecutante en su instrumento, la fuerza o la cadencia del ritmo, la melodía. La música acompaña nuestras vidas, dicen por ahi que es nuestro soundtrack. Tengo una amiga que siente intensamente la música y se zambulle en la profundidad de las letras, y las hace suyas, las remueve en su alma, las pasea por todos los rincones de su cuerpo y las saca de él, diciéndome "¿oye amigo, has escuchado tal o cual canción?", compartiéndola luego y deprimiéndonos, los dos.

1 Comments:

At 11:27 PM, Anonymous Anonymous said...

La música es nuestro eterno refugio. Sin ella nuestra vida no sería intensa, en cada letra, en cada nota, en cada silencio. Torrente de sensaciones inacabadas e inacabables, es allí donde vuelvo a nacer y morir para siempre

 

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