Friday, September 30, 2005

papeles viejos

Una vez más, como otras tantas, en un intento de ordenar mi dormitorio, me hallé frente a los papeles viejos: recordatorios de tiempos lejanos, emblemas de eventos pasajeros, pedazos de celulosa que sentencian que los años pasan... y pesan.
Sería interesante ver lo que expresan nuestros rostros mientras repasamos los papeles viejos: la nostalgia, la alegría de la sonrisa a la carcajada, la tristeza, la añoranza, el recuerdo, la pena, la frustración. Será por ello que muchas personas simplemente eliminan a estos testigos de parte de sus vidas (los papeles) y desechan de sus mentes los eventos que los acompañan (los recuerdos). Otros en cambio, intentamos (o creemos que se pueden) mantener vivos los momentos que disfrutamos, y que tal vez después sufrimos, guardando desde lo más inverosímil (léase: boletas, propagandas, sobrecitos, en suma completos cachivaches), hasta lo usual como cartas, poemas, relatos, trabajos de colegio o de universidad, tarjetas, e, inevitablemente, fotos. Las fotos son otro tema; son evidencia gráfica de un tiempo irrepetible, de segundos valiosos que no retornan.
Muchas veces, en el proceso de limpieza de mis cosas, me he sumergido en las procelosas aguas de los papeles viejos; he intentado eliminar muchos de ellos, pero mi carácter cachivachero, me lo ha impedido. He llegado a acumular tantos papeles, que mis predios (es decir, mi dormitorio y los muebles que lo conforman) se han visto insuficientes para albergarlos, invadiendo así espacios no reservados para ellos, espacios como las gavetas del depósito, o la biblioteca familiar. A veces me he preguntado que he de hacer con tanto recuerdo impreso el día que deba abandonar la casa paterna. Tal vez deba cargar con todo aquello, quizá deba depurar mi colección, o simplemente eliminar todo y empezar nuevamente. Imagino que ese desprendimiento no requerirá de mucho esfuerzo, porque, como dice una amiga mía, lo único que es difícil, es el desprendimiento de las cosas tatuadas aquí en el alma... y en la memoria.

2 Comments:

At 11:41 PM, Anonymous Anonymous said...

Nos queda la memoria...en los atardeceres con cielos de colores indecibles y en esa eterna nostalgia de que algo nos falta, del dolor que deja el breve espacio, que esta aquí dentro-fuera, ser-estar, permaneciendo, touching your soul

 
At 1:34 PM, Blogger rodrigo said...

siempre poética, siempre letal, las palabras precisas, la sonrisa perfecta... parafraseando a rodríguez

única, sensible, irrepetible... mayra

 

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