Tuesday, October 04, 2005

kilómetros

Es increíble como podemos desarrollar vínculos afectivos con objetos inanimados. Chuck Nolan lloró inconsolablemente mientras veía como Wilson se perdía en algún lugar del inconmensurable mar Pacífico, en una de las muestras más absurdas y conmovedoras de dependencia que el cine haya registrado. Luego de dieciséis meses de desaparecido, mi escarabajo verde tivole, me hace más falta que nunca. Mis responsabilidades académicas me llevan por los polos de la gran ciudad, haciendo insoportables los incontables minutos que separan el Callao de Pamplona Alta donde queda la posta médica en la que realizo mis prácticas vespertinas. Extraño el placer de ir en medio de los atolladeros, prendido del volante, escuchando a Radiohead por los altavoces; en realidad esos eran momentos inigualables para mí. Conducir es uno de los actos que más disfruto. Pero no es sólo la utilidad de mi vehículo lo que me hace añorarlo. Estuve revisando una caja cargada de fotografías y reparé que en muchas de ellas, el verde Volkswagen es un protagonista más. Recuerdo a mi padre calentando el motor por las mañanas para salir raudos al nido sanisidrino donde estudiaba mis primeras letras; recogíamos a mi primo en el camino y, con los mandiles a cuadritos azules, arribábamos a nuestras distintas secciones. Pasaban los años, el viaje transcordillerano, nuevos aires, el aprendizaje, las salidas, los paseos con la gente del colegio; el retorno a la ciudad de origen, la falta de brevete, los policías, las salidas furtivas para ver a la enamorada; la rutina de ir y venir, pero que a bordo del verde escarabajo se convertía en algo nuevo cada día. Ese carrito ha llevado mi vida por miles de kilómetros, ha compartido conmigo mis alegrías y frustraciones, me ha depositado en los lugares donde debía estar a tiempo; y un aciago día (una noche de mayo) también se llevó una parte de mí. A menudo pienso en él, en sus piezas dispersas por ignotos lugares, depositadas tal vez en otros autos, viviendo aún, mas no a mi lado, nunca más...

2 Comments:

At 6:28 PM, Anonymous Anonymous said...

Salió?

 
At 7:44 PM, Blogger Lady Stardust said...

lamento que allas perdido tu escarabajo, yo he perdido varias cosas que eran importantes. y creo que con el tiempo, uno desase mas rapido los lazos que tiene con las cosas materiales. hoy me he convertido en una mujer que tira muchas cosas, si medir tanto su valor sentimental. Pero aun existen en mi vida, cosas que son mas que importantes.
Sin duda aquel auto lo fue para ti.

 

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