Monday, April 17, 2006

la tía (II)

creo que tan sólo necesitaba de alguien que la escuchara, alguien que pusiera cara de cojudo o de atención frente a sus lecciones, a su experiencia, a la manera cómo contaba su éxitos y logros (a su modo de ver), alguien con quien caminar por los fríos pasillos del hospital, alguien con quien conversar. tal vez sólo era eso; quizá ahí estaba el origen a todo su malhumor, a esas ganas irremediables de joderte la existencia, a ese empeño en hacerte ver que no sabes nada de nada, a esa mirada de tristeza, oculta tras sus viejas gafas de sol, empañadas, feas.
probablemente necesitaba alguien que no la odie, alguien que le siguiera el hilo de las conversaciones, que le preguntase por cómo le había ido el día anterior, alguien con quien reír, con quien contarse una broma, con quien tomarse un café a media mañana.
a alguien que la vea ejecutar su don de mando, que sea testigo de ese falso respeto que algunos tenían por ella, ese temor, ese odio tácito.
ahora, lejanos los días en que caminé a su lado, no dejo de sentir nostalgia cada vez que paso por la puerta de donde aún labora...
y también algo de pena por aquella alma solitaria,
sola... y odiada

Saturday, April 15, 2006

narcolepsia colegial


tengo un sueño recurrente. me acompaña desde hace casi 10 años; la frecuencia en que lo tengo ha disminuido, pero siempre está ahi. esta madrugada regresó a mí, con más personajes, en otras circunstancias, pero la misma temática: el colegio.
y es que quizá el colegio fue el lugar y la época más feliz de mi vida. época en que sólo bastaba con estudiar un poco, levantarse relativamente temprano, tener las tareas listas y saber gambetear las marcas del director de normas educativas, para no caer bajo la fiereza de su varita correctora (algo que hacía la función de la prehistórica palmeta).
el colegio, lugar al que regreso en mis sueños más veces de lo que hubiera podido imaginar. siempre están ahí mis compañeros (algunos de los cuales ya no veo años, otros con quienes sigo frecuentándome), alguna que otra chica que me encantaba, los juegos, los partidos de baloncesto, las barras, las arengas, los campeonatos, los premios, los exámenes y las pruebas, las prácticas en laboratorio, las reuniones de los padres que intentábamos compartir para quedarnos hasta más tarde. siempre que sueño con mi época escolar, se realiza un encuentro, un campeonato o algo parecido y ahí están todos, y los saludo, los veo, converso con ellos; por momentos, en medio del sueño, soy consciente de mi actual situación, pero por momentos aún llevo el uniforme escolar y estoy reviviendo los años pasados.
el colegio, nunca nada como él, nunca. con los amigos, las niñas de ayer, las clases, el clima, las lluvias, los juegos, el primer y furtivo cigarrillo, los primeros besos, las primeras ilusiones... la vida en sus inicios.
cuando vivir era tan primario y sencillo. sólo era vivir... nada más

Wednesday, April 05, 2006

so far away...

I found mine…
She’s so far…
She makes my head


I found my soldier girl
She’s so far away
She makes my head...
spin around



(debo esta letra a los pastrulazos de The polyphonic spree, nunca tan cierto como ahora)

Tuesday, April 04, 2006

mañana nuevamente

te despiertas a las 05:00, te duchas, tomas algo, con las justas. sales, te embarcas rumbo al trabajo, llegas a él. Evolucionas 25 camas de pacientes con variadas etiologías, los escuchas, conversas, examinas... presión arterial, frecuancia cardiaca, temperatura ¿alguna molestia?, enfermería no reporta novedades. presentas tus informes, pasas la visita, cursas interconsultas, solicitas pruebas de laboratorio, indicas las recetas del día, escribes, escribes, escribes, tu lapicero parece tener kilómetros de tinta... se acaba, usas otro, se te pierde (cosa de todos los días); corres por resultados pendientes de laboratorio, realizas procedimientos, curas heridas, suturas menores, retiras puntos. actividades académicas, reuniones de trabajo, alguna que otra exposición, epicrisis. vas a la cámara, almuerzas, conversas un poco con los amigos... haces la sobremesa. regresas al trabajo, confeccionas historias, conversas nuevamente, diriges la entrevista, planteas tus diagnósticos. te cansas, te quieres ir, el horario de salida no tiene importancia porque hace 3 horas que deberías haber salido pero sigues ahí. quieres mandar todo a la mierda, en realidad estás muy cansado, no soportas más, debes continuar.
terminas (al menos por ahora), te despides de todos, cansado, aburrido, agotado; pero basta ver la sonrisa de uno sólo de tus pacientes, deseándote lo mejor y diciéndote que se siente mejor para que todo tu día valga la pena. y si que lo vale.
mañana nuevamente...